«La grandeza nace de pequeños comienzos»
Bienvenido a La Hermandad, la newsletter de Fitness Real.
Una newsletter dedicada exclusivamente a ayudarte a alcanzar la persona que sabes que puedes llegar a ser.
Espero que la disfrutes, que aprendas y que luego lo pongas en práctica.
Y gracias de corazón por estar ahí una semana más.
¡Empezamos!
Deja que te cuente un secreto: El talento está extraordinariamente sobrevalorado.
No digo que no sea importante e incluso necesario para lograr ciertos objetivos, pero en líneas generales es mucho menos importante de lo que se cree.
Especialmente para poder alcanzar una buena vida.
La mayoría se escuda en una supuesta falta de talento, pero se olvida que se pueden lograr cambios extraordinarios y crear una vida plena y satisfactoria con acciones que no requieren ningún tipo de talento especial.
Todo el mundo puede hacerlas.
Solo hay que decidir hacerlo y respetar dicha decisión a diario.
A continuación tienes 10 ejemplos que, si los aplicas de forma diligente, notarás una mejora significativa en tu día a día.
Ojo, que no se necesite talento no quiere decir que no se requiera esfuerzo o trabajo. Estos dos sí que están infravalorados…
SÉ PUNTUAL
Sin lugar a dudas, una de las cosas que más me molestan: la impuntualidad.
Es curioso que ahora piense así, porque durante muchos años yo fui una persona que sistemáticamente llegaba tarde a todos lados, hasta que entendí lo importante que era llegar a la hora.
El tiempo es el bien más escaso del que disponemos.
No sabemos cuánto tenemos.
No es posible conseguir más.
Y cuanto más tiempo pasa, más valor tiene el restante porque queda menos.
Sabiendo eso, no valorar el tiempo de los demás es una falta de respeto en toda regla. Y por cierto, si ellos no lo quieren valorar no te da barra libre para actuar de otra manera que no sea la correcta.
Durante años justificaba mi impuntualidad porque todos mis amigos hacían lo mismo, y lo que hagan los demás es irrelevante y no debería influenciar tus acciones.
Sé puntual por integridad y convicción.
No por reciprocidad.
Ah, y ser puntual también significa saber irse a tiempo. Es una vertiente de la puntualidad que pocos conocen y mucho menos aplican.
VALORA TU PALABRA
Este punto también está vinculado con el respeto, pero esta vez hacia uno mismo.
Recibo muchas preguntas relacionadas con la mejora de la autoestima, y creo que este es un punto fantástico para empezar a fortalecerla. Valorar tu palabra tiene un poder que pocos entienden, hasta que lo hacen.
Cuando digas que vas a hacer algo, hazlo.
Y si no, no lo digas.
Sé extremadamente diligente con ello.
Cuando valoras y respetas tu palabra, empezarás a amontonar una cantidad enorme de evidencia que demostrará sin un ápice de duda que eres una persona de la que los demás se pueden fiar. Y, sobre todo, de la que tú mismo te puedes fiar.
Y cuando confías en ti y sabes que jamás te dejarás tirado pase lo que pase…es muy difícil no quererte.
CALLA CUANDO TOCA
Tenemos un problema grave de comunicación. La gente discute solo para tener la razón, no para aprender o solucionar problemas. Muchos escuchan para poder contestar lo suyo, no para entender lo que el otro está diciendo.
De hecho, pocos escuchan.
La mayoría solo espera a que el otro acabe para abrir la boca.
Tenemos dos orejas y una boca, por lo que es una gran idea ir por la vida con la firme decisión de escuchar el doble de lo que se habla. Además no olvides que no tienes la obligación de tener una opinión de todo, y no pasa nada por decir que no sabes de algo.
A veces tenemos tanto miedo a parecer ignorantes que abrimos la boca por inercia y lo acabamos confirmando.
Escucha, estáte atento y recuerda que puedes aprender prácticamente de todo el mundo si tu predisposición es la correcta.
DEJA DE QUEJARTE
Todo el mundo se queja. Por todo. Porque es gratis.
Pero lo gratis a la larga acaba saliendo muy caro.
Lo que no sale gratis es hacer algo al respecto. Eso requiere esfuerzo, trabajo, dedicación, enfrentarte a la frustración y a tus demonios. Pero eso es lo único que te dará la oportunidad de mejorar o solucionar los problemas, y es justamente lo que nadie hace.
Quejarte no sirve para nada.
No soluciona nada.
Esa sensación de «bienestar» que suele quedar tras soltar toda la caballería puede (y suele) confundirse con haber hecho algo, pero la realidad es que el problema sigue estando ahí. Y lo sabes.
Y la cosa empeora. Cuanto más te quejas, más cabreado estás en general y eso, a su vez, hace que haya más cosas que te mosquean y de las que quieres quejarte, aumentando tu cabreo y frustración en el proceso. Es un pez que se muerde la cola.
Quejarte te aportará atención, sin lugar a dudas, pero de gente que no quieres cerca si lo que pretendes es estar mejor. Quéjate y te rodearás de quejicas que te verán como a uno de los suyos, y que lo único que quieren es regodearse de su situación, pero que están demasiado cómodos en el barro como para hacer el mínimo esfuerzo para salir de él.
Repito, no quieres esa compañía. No esperes a que sea demasiado tarde para darte cuenta de que tu entorno te está lastrando.
ACEPTA TUS ERRORES
Uno de los principales problemas de un ego mal construido y frágil es que no soporta la idea de haberla cagado en algo. La vanidad y el orgullo lo impedirán a toda costa. Y no pasa nada, los errores forman parte del proceso y son una pieza indispensable del crecimiento.
Sin errores no hay aprendizajes.
Y sin aprendizaje, no hay crecimiento.
Todo el mundo se equivoca. La diferencia radica en la actitud frente a ese error. No escurras el bulto. Sé valiente para aceptarlo, para asumir las consecuencias, aprender todo lo que puedas de ello y céntrate en intentar no repetirlo.
Las únicas personas que tropiezan una vez tras otra con la misma piedra son las que son demasiado orgullosas para reconocer que han tropezado en primer lugar.
PREPÁRATE
La falta de preparación es una falta de respeto increíble para los demás y para ti mismo. Todos hemos estado al lado de alguien que tiene una tarea y por su falta de preparación ha acabado siendo un lastre, y su parte del trabajo la han tenido que asumir los demás. No seas así. No seas una rémora de los demás.
Te debes a ti mismo estar a la altura de las circunstancias, dar todo lo que tienes y ver de lo que eres capaz realmente.
Para ello, obviamente, hay que estar en menos fregados, pero en los que te metes, ir hasta el final. Recuerda que «si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo bien». Una lección que para mí ha sido vital en los últimos dos años.
Cuando tienes que hacer algo, poner toda la carne en el asador y prepararte debidamente (incluso con algún plan de contingencia por si ocurre algo inesperado) es una prueba irrefutable de que se puede confiar en ti.
Que tú mismo puedes confiar en ti.
Y qué sensación más bonita y plena es esa ¿no crees?
ASUME TU RESPONSABILIDAD
Un clásico dentro de mi divulgación, y obviamente no podía faltar en esta lista.
En esta vida todos tomamos centenares de decisiones. Algunas son buenas, otras neutras y otras malas. Pero cada una de estas decisiones tiene consecuencias, y debemos aceptarlas. Si queremos mejorar nuestra vida de forma significativa tenemos que abandonar la costumbre de escurrir el bulto y no asumir la parte de responsabilidad que nos toca en la vida que estamos viviendo.
¿Quieres ser excelente? Toma excelentes decisiones día tras día.
Tenemos que tomar una actitud proactiva y aceptar que quienes somos hoy es, en gran parte, una consecuencia directa de lo que hemos hecho hasta este momento. Y debemos aceptar que tenemos mucho más que decir y hacer de lo que nos pensamos si queremos mejorar nuestra situación y cambiar la persona que seremos en un futuro.
Pero empieza hoy.
Empieza asumiendo la responsabilidad que te toca.
Tenemos la capacidad de mejorar nuestras decisiones, nuestras acciones y nuestros pensamientos para que eso cristalice en una mejora de nuestro día a día.
Hacer lo que nos sale del arco del triunfo, no aceptar las consecuencias, quejarnos todo el día de que no estamos donde queremos estar y que los demás siempre lo tienen mucho más fácil es la receta del mediocre.
DI QUE NO
Antes hemos hablado de la importancia de meterte en menos embrollos, pero implicarte de verdad en los que decides apostar. Eso solo se logra diciendo que no a lo que de verdad no quieres hacer.
No hace falta talento para articular la palabra NO.
Lo que se necesita es valentía.
Y, sobre todo, tener claras nuestras prioridades.
Lo segundo se averigua, y lo primero se entrena.
Si no le dices que no a nada en realidad tampoco le estás diciendo que sí a nada. No al menos un sí pleno, focalizado y enérgico. Si tienes tu cabeza en mil sitios, no la tienes en ninguno. Tu energía se dispersa, tu mente se llena de basura y todo se vuelve mucho más difícil de hacer.
Mucho más de lo que ya es, porque cuesta mucho hacer algo que en realidad no quieres hacer, pero has dicho que lo harías por compromiso, por quedar bien o por miedo.
Lectura recomendada: El arte de decir que no.
HAZ LO CORRECTO
Todo el mundo sabe cuando está obrando mal. Nos podemos engañar todo lo que queramos, pero en el fondo lo sabemos.Y es muy fácil actuar de forma correcta cuando no hay consecuencias negativas o cuando puedes sacar tajada.
El verdadero desafío viene cuando hacer lo correcto acarrea consecuencias difíciles de gestionar. O cuando nadie te mira y puedes salirte con la tuya sin pagar ningún precio. Hacer lo correcto en esas circunstancias no se llama talento. Se llama integridad.
Es decir, hacer lo que sabes que debes hacer aunque nadie te mire.
Porque tú mismo te estás mirando, y eso es más que suficiente.
Haz lo correcto porque te lo debes.
Porque plantas semillas que más tarde cosecharás.
Porque sienta bien hacerlo.
Porque el mundo ya tiene excedente de personas haciendo el mal.
MUESTRA GRATITUD
La gratitud es una pieza fundamental para una buena vida. No me cabe ninguna duda al respecto, y es otra de esas cosas que no está solo al alcance de unos pocos privilegiados.
Ser agradecido y mostrar gratitud es una decisión que puede tomar todo el mundo .
Es por eso que dedico un pedacito de mi día a escribir las cosas por las que me siento agradecido, tal y como explico en mi artículo del Journaling, el cual recomiendo leer y aplicar.
De esta manera nos aseguraremos de no dar por sentado nada de lo que tenemos, que es mucho más de lo que creemos. Además, las personas que tienen la gratitud como un eje en sus vidas suelen ser más felices, tienen mejor autoestima, tienen mejores relaciones, toman mejores decisiones y están más satisfechas con sus vidas.
RESUMIENDO
1) Sé puntual.
2) Valora y respeta tu palabra.
3) Calla cuando toca.
4) Deja de quejarte por todo.
5) Acepta tus errores.
6) Prepárate debidamente.
7) Asume tu responsabilidad
8) Aprende a decir que no.
9) Haz lo correcto.
10) Muestra gratitud
Hay cosas en esta vida que requieren talento.
Todo lo que está en esta lista no lo requiere.
Está bajo tu control. Aprovéchalo.
La semana pasada os hice la siguiente pregunta:
¿Cuál ha sido, hasta la fecha, tu mayor logro?
Se me han puesto los pelos de punta con las respuestas.
Victoria (que se estrena respondiendo la en La Hermandad) dice:
«Cuando he leído la pregunta he pensado durante unos segundos en algo material, me he quedado en blanco y me he dicho «¿Cuál ha sido mi mayor logro?». Rápidamente he dejado de pensar en cosas materiales.
Mi mayor logro que ha sido amarme, respetarme y valorarme. Me siento libre de decir lo que pienso (siempre con respeto), de decir que no y de irme de lugares o personas que no me hacen bien.
Realmente empecé a amarme cuando ya no quedaba otra opción, cuando ya estaba en el fondo del pozo y no podía ir más abajo. Tardé mucho y costó mucho creerlo, y es un trabajo que tengo que hacer y recordar a diario».
Pascual comenta:
«De mi mayor logro sois partícipes tanto tú como otros tantos divulgadores. Me he pasado media vida con obesidad, casi desde la adolescencia hasta los 35 años, probando de todo con efectos muy discretos.
Hasta que en el año 2020 aprendí lo que tenía que aprender y en un plazo de diez meses me quité los 30 kilos de más que seguía arrastrando. Junto con ese logro me apunté a un gimnasio de crosstraining y hoy, el chaval que no era capaz de saltar el potro en el instituto y que se fatigaba cuando le ponían a correr alrededor de la pista, va a carreras y a competiciones de Crossfit».
Jaime explica:
«Mi mayor logro fue conseguir salir de una depresión en la que entré con 20 años. Fue el peor momento de mi vida sin ninguna duda, meses donde no veía la luz al final del túnel y no tenía ganas de vivir.
Sin embargo, 6 años después miro en retrospectiva y estoy orgullosísimo de haber salido de aquello, y creo que el Jaime de 20 años estaría absolutamente incrédulo y orgulloso al ver al Jaime de hoy».
Chicos, una semana más, increíble.
De corazón, gracias.
Esta semana os propongo las siguientes preguntas:
¿Cuál de los 10 puntos mencionados en la reflexión de hoy os da más problemas y os cuesta más de cumplir? ¿Qué acciones podéis realizar de forma inmediata para mejorarlo?
Con ganas de leer vuestras reflexiones.
Podéis mandármelas respondiendo a este correo.
Los leo todos.
Siempre.
El otro día eché un vistazo a la cantidad de libros que quedaban de la segunda edición de mi primer libro, «Conquista tu Físico», y me di cuenta que quedan menos de 20.
Y una vez se acaben, os aviso que no volverá a haber ninguna edición futura.
Por lo tanto, si aún no lo tienes y quieres leer un libro que te ayude a aprender todo lo necesario para llevar tu físico al siguiente nivel… es este.
Aquí está TODO.
Hazte con una de las últimas unidades o no tendrás la oportunidad de poder leerlo. Al menos en papel, y la verdad es que es un libro que está hecho para leerse en papel.
Más de 500 páginas de nutrición, entrenamiento, suplementación, gestión del estrés, mejora del descanso y mentalidad para alcanzar tu mejor versión física. El libro que a mí me habría gustado leer cuando empecé.
Ah, y si se está acabando esta segunda edición es por el apoyo que me habéis dado a lo largo de todo este proyecto. Si ya lo has comprado, te lo agradezco de corazón.
Muchos ya sabéis que la música para mí es necesaria.
Hay canciones que tienen la capacidad de conectar y resonar con una parte muy profunda de mi ser. Son canciones con las que empatizo y que siento como «casa». Sé que es algo extraño y difícil de explicar, pero no se me ocurren unas palabras mejores para describir lo que siento.
Bueno, la canción que os pongo a continuación es una de esas canciones.
Si queréis saber a qué suena mi interior…últimamente es algo parecido a esto.
Espero que os guste.
PREGUNTA:
Víctor ¿Por qué actualmente hay esta necesidad de victimizarse por los problemas ajenos?
RESPUESTA:
Este fenómeno sobre el que preguntas se llama «señalización de la virtud» (en inglés «virtue signalling») o postureo ético y, aunque no es nuevo, sí que cada vez está más presente gracias a las redes sociales.
Cada vez hay más personas rasgándose las vestiduras online denunciando y «sufriendo» por problemas ajenos, y aunque puede ser que parte de esta gente lo haga por empatía o por preocupación genuina, mi opinión es que este fenómeno se debe principalmente a dos factores mucho más turbios.
SATISFACER LA DEMANDA DE VICTIMIZACIÓN
Vivimos en un momento en el que victimizarse es como un premio. Cuanto más puteado y oprimido estés, mejor. Al menos, en determinados círculos sociales y colectivos que cada vez tienen más peso, tanto a nivel social como político.
Y cuando tu identidad pasa por ser una víctima, podrás entender fácilmente que dejar de serlo hará que dejes de ser tú tal y como te entiendes. Por lo que, para esta gente, encontrar una solución a sus problemas suele ser la última de sus prioridades.
El problema es que la mayoría de personas que están todo el día ofendidas por redes sociales no tienen suficientes problemas reales como para satisfacer su necesidad de victimización.
La oferta no satisface la demanda, y eso hay que solucionarlo de alguna manera, porque estas personas no están dispuestas a perder su estatus de víctima.
Aquí se plantean dos opciones:
1) Si no hay problemas reales, se los inventan. O exageran mucho otros problemas que, en otro momento, serían simplemente pequeñas molestias o inconveniencias.
2) Si no hay problemas reales suyos, se centran en los de los demás.
Ahí tienen una oferta infinita de problemas que hacer suyos y poder canalizar toda su frustración que no pueden cubrir con sus propias existencias.
NARCISISMO PURO Y DURO
Aquí entramos en el punto verdaderamente importante.
El virtue signaling es un ejercicio de narcisismo como pocos.
Un narcisista está enamorado de su propia imagen, y busca constantemente manipular a los demás para mantener o potenciar esa idealización que tienen de él mismo. Y mostrarse como alguien virtuoso, empático, altruista y comprometido con los conflictos ajenos…es una manera increíble para lograrlo.
El problema es que todo eso no tiene ninguna profundidad, y es un mero ejercicio de cara a la galería.
Es mostrarse comprometido con un conflicto, pero luego no hacer nada real al respecto. Es defender algo sin entenderlo del todo, simplemente porque defenderlo es «lo que toca» y lo que te da puntos de buena persona.
Es hacer todo lo posible para exhibir tus valores morales y éticos, esperando así lograr la admiración de los demás, y también mostrar pruebas (fotos, vídeos, posts) de que has hecho algo bueno, en vez de hacerlo simplemente porque la satisfacción del acto en sí es recompensa suficiente. Tienes que mostrarlo, ya que si nadie se entera de que lo has hecho…¿para qué hacerlo?
El virtue signalling está relacionado, además, con la tríada oscura de la personalidad, que se caracteriza por los rasgos de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía.
Por lo tanto, cuando veas a alguien hacer un esfuerzo desmedido por mostrar lo buena persona que es, las buenas acciones que realiza, las causas que apoya, las luchas ajenas que se carga a las espaldas y los valores que tiene…mi consejo es que desconfíes.
Espero que te haya servido la explicación de este fenómeno tan siniestro.