«La grandeza nace de pequeños comienzos»

Bienvenido a La Hermandad, la newsletter de Fitness Real.

Una newsletter dedicada exclusivamente a ayudarte a alcanzar la persona que sabes que puedes llegar a ser.

Espero que la disfrutes, que aprendas y que luego lo pongas en práctica.
Y gracias de corazón por estar ahí una semana más.

¡Empezamos!

Seguimos una semana más hablando de, las que para mí, son las bases para poder desarrollar un carácter fuerte.

Hace unas cuantas semanas que había temas más importantes a tratar, por lo que, si te parece, vamos a hacer un pequeño resumen de lo que hemos visto hasta ahora.

En newsletters anteriores hemos hablado de:

1) Asume la responsabilidad que te toca.
2) Sal de tu zona de confort.
3) Sé coherente entre lo que dices y lo que haces.
4) Desarrolla disciplina.
5) Aprende a perdonar, a no guardar rencor y a disculparte.
6) Busca y acepta la verdad.

*Por cierto, si te has perdido alguna newsletter, ya puedes acceder a todas las ediciones anteriores aquí.

Hoy toca hablar de las emociones. El séptimo punto absolutamente necesario para tener un carácter fuerte es el siguiente:

APRENDE A GESTIONAR CORRECTAMENTE TUS EMOCIONES

Algo muy difícil, sin lugar a dudas. Y, además, un tema muy extenso y complejo para tratarlo con la profundidad que merece en las siguientes líneas, pero trataré de dar unas pinceladas y establecer unas bases sólidas al respecto.

Vamos a empezar con un axioma: todas las personas fuertes que conozco y admiro tienen una buena gestión emocional.

Todas.
Sin excepción.

Eso no significa, bajo ningún concepto, que estén bien siempre. Tienen sus momentos bajos, tristes y difíciles. Sufren pérdidas, obstáculos y dificultades, como todos, pero no dejan que eso les arrastren ni que les cause más sufrimiento del necesario.

La mayor parte del sufrimiento que experimentamos nos lo provocamos nosotros mismos, al regodearnos en exceso en la situación y al no saber gestionar correctamente nuestras propias emociones.

Por lo tanto, mantener una distancia prudencial y sana con esas emociones es clave.
Aprender a canalizarlas y a utilizarlas.
Y, además, evitar que te definan.

No eres peor persona por estar triste.
Ni eres mejor persona por estar contento.

Es muy fácil malinterpretar mis palabras y creer que estoy diciendo que se deben reprimir las emociones, pero nada más lejos de la realidad. Tan malo es reprimir la tristeza como dejar que te consuma por completo. Tan malo es bloquear la ira como subirte a ella y destrozarlo todo a tu paso.

Y mucha atención, porque eso no solo ocurre con las emociones negativas*, ya que dejarte llevar, por ejemplo, por la euforia puede hacer que tomes ciertas decisiones que, en el momento parecen geniales, pero a la larga pueden ser muy negativas para tu bienestar y felicidad.

Hay que aprender a gestionar adecuadamente las emociones (tanto las buenas como las malas) y ser tú el que lleva el timón del barco. Y hay que diferenciar entre hacer algo «por emoción» y hacerlo «con emoción».

——–

*Pequeño apunte: Pensar en emociones como buenas/malas, positivas/negativas realmente no es del todo correcto, ya que suele llevar a un juicio innecesario por nuestra parte. Cada emoción bien canalizada y expresada es útil, necesaria y existe por una razón. Tal vez podríamos hablar de emociones desagradables, como el miedo, la ira, el asco o la tristeza, pero que no sean agradables de experimentar no significa que sean malas, que no tengan su razón de ser o que no estén ahí para enseñarte algo. No existen malas emociones, existen malas reacciones a las emociones.

——–

Sin una buena gestión emocional es francamente complicado tener una vida plena y satisfactoria, ya que siempre estarás a merced de cualquier cosa que ocurra a tu alrededor.

Debes entender que si basas tu vida en tus emociones y siempre vas a remolque de estas, serás una auténtica veleta, te contradecirás constantemente, sufrirás de forma innecesaria y serás un auténtico lastre tanto para ti como para los demás. Las emociones no deben gobernar por completo tu vida.

¿Sabes quién no tiene ningún control emocional? Los niños pequeños.

Es algo que deberán aprender a medida que crecen y maduran. Por desgracia son muy pocos los que aprenden a hacerlo debidamente, ya que tienen como maestros a adultos que tampoco saben gestionar sus propias emociones.

Es otro ejemplo claro de que nos estamos volviendo una sociedad de niños pequeños adultos. La mayoría de personas tienen una gestión emocional equiparable a un niño de 4 años. Y las consecuencias y ramificaciones de ello son graves.

El tema de la gestión emocional es fascinante.
Y repito, absolutamente necesario para vivir una buena vida.

Por ejemplo, una de las mejores habilidades que puedes desarrollar es aprender a identificar lo que te está ocurriendo. La mayoría de personas intentan controlar o gestionar algo que ni siquiera saben lo que es o por qué está ahí.

A esto se le llama ser consciente de uno mismo y va de la mano de una buena salud emocional. Tener la capacidad de observar de forma objetiva nuestros pensamientos, emociones y comportamientos sin añadir nuestra propia interpretación o juicio en ellos es una herramienta extraordinaria.

Una vez entendemos lo que nos ocurre, una gran estrategia para lidiar con las emociones, en vez de luchar contra ellas y negarlas como todo el mundo hace, es hacerles un hueco y aceptarlas. Cuando intentas reprimir una emoción…no suele acabar en nada bueno. Créeme.

Si dejas de resistirte a su presencia, ganas un poco de distancia, las dejas existir sin regodearte en ellas y las escuchas, probablemente te irá mejor.

Por último, me gustaría darle una vuelta y enfocar esa mala gestión emocional como una mera consecuencia de algo más grave. Como un síntoma.

Es algo muy parecido a lo que ocurre alguien intenta encontrar una manera de controlar los atracones que tiene por ansiedad. Puede buscar estrategias, pero el atracón es un síntoma. Una consecuencia. No el problema.

La clave es ir a la raíz y solucionar lo que te genera esa ansiedad.
Una vez lo haces, los atracones mejoran drásticamente.

En mi experiencia, la mala gestión emocional suele estar relacionada con un entorno que nos pone a la defensiva y nos sobrecarga.

Si que es cierto que la misma mala gestión de dichas emociones puede propiciar que el entorno se vuelva mucho más hostil y que todo acabe siendo un círculo vicioso, pero creo que intentar poner orden a nuestro alrededor es un gran primer paso para solucionar el problema.

Te pongo un ejemplo personal.

Cuando estoy muy estresado sé sin lugar a dudas que soy menos paciente. Estoy más irascible, menos comunicativo, más a la defensiva y menos empático.

Sabiendo eso, mi prioridad siempre es intentar gestionar lo que me produce estrés primero (que normalmente tengo mucha más capacidad para mejorarlo de lo que creo inicialmente). Una vez me he encargado de eso, todo lo demás se ve afectado positivamente.

Y luego, al estar mejor y al retirar el foco del problema, puedo trabajar en mis emociones. En paz se trabaja mejor, y la autoconciencia en este aspecto es fundamental.

Si quieres ser fuerte, debes gestionar correctamente tus emociones.
Si no, todo tu mundo sufrirá las consecuencias.
Y tú también.

Esta semana quiero que prestes atención a las emociones «desagradables» que experimentas. Cuando lo hagas, toca un trabajo de reflexión:

  • ¿Qué emoción has experimentado?
  • ¿Qué ha causado esa emoción? ¿Qué ha ocurrido realmente? Sé preciso al describirlo y céntrate en los hechos.
  • ¿Te has sentido así por esos hechos objetivos o por la interpretación que has hecho de esos hechos?
  • ¿Realmente era tan importante como he reaccionado o ha sido desproporcionado?
  • ¿Cómo has vuelto a un estado de neutralidad?
  • ¿Podrías haber hecho algo para evitar lo que ha ocurrido? Tanto el hecho en sí como la emoción que sentiste.

Como siempre, el trabajo de introspección no es fácil, pero la recompensa es significativa.

Mucha fuerza.

Esta semana os quiero recordar que he creado una sección nueva en mi página web en la que están varios de los libros que más me han influido en los últimos años y que creo que son de lectura obligatoria.

Están ordenados en 6 secciones:

  1. Salud y bienestar
  2. Desarrollo personal
  3. Filosofía y espiritualidad
  4. Hábitos, productividad y emprendimiento
  5. Finanzas y dinero
  6. Relaciones y felicidad

Un total de 36 libros que os recomiendo encarecidamente.

La semana pasada os hice la siguiente pregunta: ¿Qué es para ti el éxito? Y la cantidad de respuestas que recibí fue abrumadora.

Y, como me esperaba, la idea de éxito que tenéis la mayoría de miembros de la Hermandad está muy alejada de lo que la sociedad nos vende como «éxito». Y no puedo estar más orgulloso de vosotros, de verdad os lo digo.

Santi, por ejemplo, comentaba: «Para mí el éxito está en lograr ser esa persona que siempre has soñado ser y dejar tu huella, en mayor o menor medida, en los demás. Servir de ejemplo, ayudar y colaborar con los más necesitados, crear algo útil o hacer el bien y ayudar a que la sociedad mejore en cierto modo«.

Marcos decía «Para mí, el éxito, es acostarme todos los días con la conciencia tranquila. Eso implica que, dentro de mi capacidad, mi conocimiento actual y mi contexto, he hecho lo que tenía que hacer. Eso es para mí el éxito en la vida. De esa tranquilidad, viene el resto«.

Yolanda lo tiene claro: «Para mí el éxito es a día de hoy, conseguir estar en paz conmigo misma, tener gente que me aporta a mi alrededor y ser feliz con la vida que tengo«.

Y África sentencia: «Para mí el éxito es irme a la cama cada día sabiendo que hoy he hecho las cosas y he tratado a la gente que me rodea como mejor he sabido. Que me he respetado a mí misma, que he sido íntegra con las cosas que me prometí que haría y que mañana lo haré mejor“.

Gracias a las más de 90 personas que habéis participado ^^

Esta semana la pregunta que os planteo es la siguiente:

¿Cuál ha sido la mayor lección que has aprendido en la vida?

Ya sabéis que me encantará leer vuestras respuestas.

Puedes responder a la pregunta aquí.

Todos pasamos épocas de estrés.

Algunos incluso viven toda la vida estresados, pero de alguna manera lo han integrado como una suerte de «normalidad» y pasan por alto todos los avisos que les da el cuerpo hasta que es demasiado tarde.

Hay síntomas claros que nos indican que estamos en modo «lucha o huida». Normalmente la respiración se vuelve superficial (bloqueando el diafragma) y está localizada en la zona pectoral, es errática, por la boca y tendemos a tensar toda la zona del trapecio y el cuello, agravando la situación.

La charla que os comparto hoy ahonda un poco más sobre la importancia que puede tener el trabajo de respiración profunda y consciente a la hora de mejorar muchos de los síntomas relacionados con el estrés, aumentar la capacidad de estar presente en el momento, relajar el sistema nervioso y reducir la mayoría de los síntomas y consecuencias del estilo de vida moderno.

Vale la pena echarle un vistazo (y tiene subtítulos, por cierto) y aplicar las técnicas de respiración que Max Storm propone.

PREGUNTA:
Víctor, me cuesta mucho hacer y mantener amistades. Siento que no conecto con nadie. ¿Qué puedo hacer?

RESPUESTA:
Esta es una duda que recibo muy a menudo y es algo que yo mismo he experimentado en algunos períodos de mi vida. Y la verdad es que es una sensación que da vértigo. Notarte solo rodeado de gente y completamente aislado del mundo que te envuelve puede ser algo muy difícil de gestionar.

Te voy a intentar explicar las dos razones principales por las que esto ocurre. A mí me han pasado ambas, y al ser las causas más frecuentes probablemente respondan tu duda y te den un sendero claro que recorrer. Vamos a ello.

La primera razón por la que te notas desconectado del mundo entero es que tu vida (y por ende tu interior) es un auténtico caos. Es normal que notes que no acabas de encajar con algunas personas o en ciertos ambientes, pero si esa sensación ocurre con TODO el mundo y TODO el rato…me temo que lo más probable es que el problema seas tú.

Recuerda que cada vez que señalas a alguien con el dedo hay 3 dedos que te señalan a ti de vuelta.

Y esto no lo digo como un ataque, de verdad.
No te pongas a la defensiva.
Lo digo como una pastilla de realidad que debes aceptar para poder solucionar el problema.

Yo la necesité para tomar cartas en el asunto, porque este último año me he notado así durante varios meses, y cuando hice un ejercicio de introspección entendí que todo salía de mí mismo.

Es imposible que estés bien con otra gente si no estás bien contigo.
Es absurdo pretender conectar con otros si estás desconectado de ti.
Es ilógico intentar mantener buenas amistades si no eres capaz de mantener una buena relación contigo mismo mismo.

¿Me entiendes?
Si la causa es esta, créeme que cuando pongas un poco en orden tu vida y empieces a arreglar todos los desaguisados que plagan tu existencia notarás que esta sensación de desconexión se reduce significativamente.

Dicho esto, hay una segunda razón muy común por la que esto ocurre, y es cuando estás enfrascado en el camino del desarrollo personal. Si estás leyendo esta newsletter es muy probable que sea tu caso.

Es lo que se llama «el capítulo solitario».

¿Qué ocurre cuando te estás centrando en construir una nueva y mejor versión de ti mismo? Pues que te tienes que desprender por fuerza de muchas cosas que forman parte de tu yo actual y que sobran. Que te lastran. Que te impiden avanzar.

Y ahí están incluidos valores, principios, creencias, hábitos y amistades.

Por lo tanto, cuando empiezas a cambiar es muy frecuente que notes que cada vez tienes menos en común con personas con las que anteriormente conectabas e incluso los considerabas amigos. De hecho es frecuente que sean ellos los que también se distancien de ti. Eso ocurre porque esta relación estaba arraigada a tu versión anterior que estás intentando dejar atrás.

Pero es que como que todavía estás en proceso de cambio y estás construyendo una nueva versión de ti mismo, aún no has creado un nuevo círculo de personas afines a tu nuevo «yo».

En parte porque probablemente aún no tienes clara del todo tu nueva identidad, y por tanto es muy difícil encontrar a gente afín a ti si no tienes una idea clara de quién eres. Por eso parece que no acabas de conectar con nadie.

Todas las personas que están enfrascadas en el camino del desarrollo personal pasan por esta etapa. Por este capítulo. Y es doloroso. Es aterrador sentirse solo y notar que no conectas con nadie. Que todo es difícil, que nada fluye y que te sientes como un pulpo en un garaje.

Pero créeme cuando te digo que eso pasa.

Cuando empieces a tener una idea clara de quién eres y tu nueva identidad se solidifique…notarás un cambio. Porque cuando sabes quién eres encontrar gente que vibre contigo se vuelve mucho más fácil.

Y mientras buscas a ese nuevo círculo estarás en buena compañía: la tuya.

Espero haberte ayudado.

«La preocupación es como una mecedora. Te da algo que hacer, pero no te lleva a ningún sitio».
Erma Bombeck
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Publicado el 12 de octubre de 2023Categorías: La Hermandad0 Comentarios on LA HERMANDAD – 12 de Octubre de 2023

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Sobre el autor: Víctor

Me llamo Víctor y soy el creador de fitnessreal.es Llevo más de 12 años en el gimnasio y si de algo me he dado cuenta es que en el mundo del gimnasio y la nutrición lo que más abunda es la desinformación y los mitos absurdos. Por eso creé Fitness Real, para ayudar a la mayor cantidad de gente posible a no cometer todos los errores que yo sí he cometido y hacer más sencillo y gratificante un camino de por sí plagado obstáculos y sacrificios, pero aún así increíble y lleno de satisfacciones.

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