«La grandeza nace de pequeños comienzos»

Bienvenido a La Hermandad, la newsletter de Fitness Real.

Una newsletter dedicada exclusivamente a ayudarte a alcanzar la persona que sabes que puedes llegar a ser.

Espero que la disfrutes, que aprendas y que luego lo pongas en práctica.
Y gracias de corazón por estar ahí una semana más.

¡Empezamos!

Esta edición de «La Hermandad» está patrocinada por Fit Generation.

¿Te apasiona la nutrición deportiva y quieres dedicarte a ello de forma legal? Pues lee esto, porque te interesa mucho.

Hace una década me saqué el Técnico Superior en Dietética y lamentablemente no fue una experiencia demasiado positiva, porque el temario que me daban estaba completamente desactualizado y había muy poco temario específico del área de la nutrición que a mi me gustaba.

Fit Generation ha cambiado las cosas.

Con un curso oficial y que acredita para ejercer de forma legal, una oferta de clases 100% online, con clases en directo pero que las puedes ver en diferido si así lo prefieres, con profesores que se dedican al sector de la nutrición y que son referentes en redes sociales, con un temario actualizado y centrado en la nutrición deportiva…

Sinceramente, si quieres dedicarte a la nutrición deportiva no se me ocurre una opción mejor. Ojalá algo así hubiera existido cuando yo me saqué el título.

¿Te interesa la oferta? Pues accede a ella aquí e infórmate sin compromiso. Y recuerda que en pocos días cierran la matrícula.

El otro día mi mujer y yo estábamos viendo un capítulo de Modern Family, una de nuestras series «para pasar el rato» favoritas, y dicho capítulo inspiró toda la reflexión de la newsletter de hoy.

Y es una reflexión IMPORTANTE, créeme.
Léela con detenimiento porque estoy seguro que te sentirás reflejado.

Hoy te hablaré a una de las principales fuentes de conflicto, problemas, ansiedad, angustia y dolor que todos tenemos en la vida: La comunicación.

Más concretamente, la mala comunicación.

Nos comunicamos fatal.
Y pagamos un precio muy alto por ello.

Un precio que nos podríamos ahorrar en muchos casos, porque te aseguro que la vida sería más sencilla si aprendiéramos a comunicarnos con los demás (y con nosotros mismos, de hecho) de forma correcta, sincera, bienintencionada y asertiva.

Pero volvamos un momento a Modern Family para ponerte en contexto y que entiendas de donde sale todo esto. A pesar de que es una serie que disfruto muchísimo, no es oro todo lo que reluce ya que hay un par de personajes que los tengo bastante atravesados. Me dan un poco de pereza, no te voy a engañar.

Mitch y Cam.

¿Por qué? No es porque no sean graciosos, si no porque prácticamente todas sus tramas giran alrededor de lo mismo: una falta flagrante de comunicación entre ellos. Y es algo que me exaspera. Sus dinámicas de pareja son terriblemente tóxicas y nocivas.

La pregunta que me hago siempre cuando los veo es «¿por qué están juntos estos dos?».
Y nunca tengo una respuesta satisfactoria, más que «porque el guionista lo decide».

Te pongo el ejemplo del capítulo que vimos el otro día. Cam es, de la pareja, el que durante gran parte de la serie decide quedarse en casa para cuidar a su hija que recientemente han adoptado, mientras que Mitch es un abogado que va a trabajar cada día.

Resulta que en el capítulo en cuestión Mitch renuncia a su puesto de trabajo ya que no está dispuesto a aceptar las condiciones abusivas que le imponen sus jefes, y Cam decide que él será el que trabajará durante una temporada para que Mitch pueda descansar y dedicarse al hogar y a su hija.

El problema es que Mitch odia quedarse en casa.
Y Cam odia ir a trabajar.

Toda la trama del capítulo pasa porque ninguno de ellos comunica la situación con el otro. No solo eso, si no que fingen constantemente estar bien en la situación actual, aunque en realidad la odien. Lo que deciden hacer, en vez de hablar entre ellos de forma sincera, es tratar de manipular al otro (y a su entorno) para que cada uno vuelva a la situación en la que estaban antes.

¿Crees que esto es una buena dinámica de pareja?
¿Crees que dos personas que supuestamente se quieren y se respetan deben actuar así?

Y ahora me dirás «bueno Víctor, pero es una serie de televisión».

Sí, por supuesto. Pero los conflictos que se ven ahí son un reflejo de lo que le ocurre a la mayoría de personas en sus propias vidas. De hecho, con toda seguridad este tipo de riñas son tan comunes entre la gente que esa es la razón por la que Mitch y Cam siempre tienen este tipo de líos.

Para que la gente se pueda identificar con ellos.
«A mí también me pasa eso», dicen.
«Jaja somos nosotros», se comentan.

La realidad es que no hace falta irnos a la ficción para ver problemas de esta índole.

Hace tiempo tuve una clienta que estaba en una situación algo complicada. Se acababa de mudar a un país extranjero con su marido, ya que a él lo habían trasladado y era una oportunidad laboral muy importante. Ella decidió hacer las maletas y acompañarlo.

Como que tenía mucho tiempo libre y estaba en un sitio que no conocía a nadie, intentaba mantenerse activa, entrenar y cuidarse. Él sin embargo, se refugiaba constantemente en entretenimiento barato y en comida rápida al llegar a casa debido al estrés que le ocasionaba su nuevo trabajo.

Como podrás intuir, aquello boicoteaba sus esfuerzos para mejorar sus hábitos, en especial los alimentarios. Además, empezó a pensar que él, a cierto nivel, lo hacía adrede y se empezó a molestar.

¿Sabes eso de intentar boicotear a quien intenta mejorar su vida para que siga a tu nivel y te quedes más tranquilo contigo mismo? Pues algo así.

Pero en vez de comunicar lo que sentía en el momento, se lo guardaba e iba cargándose hasta que, tarde o temprano, explotaba y soltaba toda la mierda que llevaba acumulando durante todo ese tiempo.

Le decía las cosas mal, tirándoselas en cara, él en seguida se ponía a la defensiva, se cabreaba, aprovechaba para descargar parte de la tensión del trabajo en ella y eso hacía que ya no hubiera ninguna posibilidad para una comunicación adecuada o para encontrar una solución entre ambos.

Lo único que le dije es que lo enfocara de una manera distinta.
Estas fueron las directrices:

1) Asume que él, en vez de hacer esto para joderte, lo hace porque no tiene claro lo importante que es para ti. Nunca justifiques con «maldad» lo que puedes explicar con «ignorancia».
2) En vez de esperar a estar hasta los ovarios, habla con él antes de que te sea imposible hacerlo de forma correcta, manteniendo las formas y hablar del tema en cuestión sin tirar de rencillas pasadas.
3) Cuando hables con él, sé asertiva y directa, no te vayas por las ramas.
4) Y lo más importante: cambia el enfoque a «estamos en el mismo equipo». En vez de «me estás jodiendo mis esfuerzos para…» enfócalo como «necesito tu ayuda para…».

Elaboramos un pequeño esquema y el planteamiento quedó de la siguiente manera.

«Hace tiempo que quiero hablar contigo de una cosa que es muy importante para mi y para la que necesito tu ayuda, y siento que hasta ahora no he podido hacerlo de una manera correcta. Una de mis prioridades actualmente es cuidarme, y eso pasa por entrenar y mejorar mis hábitos nutricionales.

Entiendo el estrés al que estás sometido en el trabajo, pero hay ciertas cosas que están poniéndome mis objetivos más difíciles de lo que deberían, como los alimentos que están en la despensa.

¿Crees que podríamos intentar cambiar eso para que todo fluyera mejor?

También necesito que me digas en qué te puedo ayudar para gestionar mejor el estrés que estás cargando, porque te quiero y estamos en el mismo equipo. Creo que si nos ayudamos entre los dos estaremos mucho mejor».

Claramente hay una gran diferencia respecto a cómo se comunicaban anteriormente, y las consecuencias fueron lógicas. Ella se comunicó con comprensión, buscando la empatía de su pareja y él comprendió la situación, porque no estaba a la defensiva ni cabreado durante todo el proceso.

Llegaron a un acuerdo, cada uno hizo sus concesiones y todo mejoró significativamente a partir de entonces. Y lo único que hacía falta es una buena conversación. Un poco de buena comunicación.

A veces no es que las soluciones a los problemas sean complicadas, es que no llegamos al punto de querer solucionar las cosas porque la comunicación hasta ese punto lo imposibilita.

Créeme, una de las claves para tener una vida tranquila y con cierta paz es aprender a comunicarte.
¿Lo haces?
¿Lo sabes hacer?

La tarea de hoy es algo elaborada y requiere de un poco de compromiso y tiempo, pero créeme que sus frutos lo valen. Siéntate tranquilamente cuando tengas un rato de silencio y pregúntate lo siguiente:

-¿Cuántos problemas en mi vida se han debido a una falta de buena comunicación por mi parte?

Ahora céntrate en uno de ellos (si quieres el más reciente) y pregúntate lo siguiente:

-¿Cómo podría haber enfocado la situación de una mejor manera? ¿Cómo podría haberme comunicado correctamente?

Prueba a hacerlo con un par de conflictos más, escribe la alternativa que se te ocurre y encuentra qué puntos clave estás implementando para comunicarte mejor. Haz una lista de los mismos y prométete aplicarlos la próxima vez que se te presente delante una conversación difícil pero importante.

ATRÉVETE A SER MÁS
Víctor Reyes

Simplemente quería daros las gracias por la gran acogida que está teniendo mi libro. Dejadme que os cuente como han sido los últimos días, porque han sido una locura.

Aún no había salido el libro a la venta y me escribieron desde Grijalbo que iban a hacer una primera reimpresión debido a la alta demanda que estaba teniendo el libro en la preventa. Brutal.

24 horas después del lanzamiento, «Atrévete a ser más» estaba en cuarta posición de los más vendidos en desarrollo personal y salud en Amazon. Increíble.

Y 24 horas después de esto me volvió a contactar la editorial diciendo que empezaban una segunda reimpresión del libro, ya que la demanda seguía siendo superior a lo que habían previsto.

El feedback que estoy recibiendo a diario sobre el libro es increíble.
Estoy en una nube, de verdad.

¿Te lo has leído ya? Te agradeceré enormemente si puedes dedicar unos minutos a dejar una review en Amazon. Me ayuda un montón a que más gente encuentre el libro y lo pueda disfrutar.

Gracias de corazón por echarme un cable ^^

Este fue uno de los primeros vídeos que vi de uno de mis mayores referentes de los últimos años, Jocko Willink.

Y es un vídeo al que vuelvo cada cierto tiempo, porque siempre consigue darme una bofetada de realidad y hace que deje de lamentarme inmediatamente por lo que ocurre a mi alrededor.

Poco más de dos minutos, pero vale la pena cada segundo.
Espero que te guste.

Vamos con una ración de introspección más.

La semana pasada os pregunté en qué estabais trabajando y por qué, con quién pasabais tiempo y por qué, y cómo de bien estabais tratando vuestro cuerpo y por qué. Estas 3 preguntas están relacionadas con la mayor parte de la felicidad que experimentáis en la vida.

Las respuestas que he recibido esta semana han sido muy interesantes.
Prácticamente todos habéis dejado claro que cuidáis de vuestro cuerpo como se merece.
No esperaba menos, la verdad.

Las dos primeras preguntas han sido las más jugosas, ya que muchos me habéis reconocido que el trabajo que realizáis no os llena y, de hecho, os lastra a la hora de sentiros satisfechos con vuestra vida. Hablaremos de eso en una newsletter futura.

Las relaciones también han sido un punto delicado, ya que algunos habéis encontrado a esa persona que os sirve de ancla, de roca. Pero otros también habéis hecho un trabajo de sinceridad y habéis reconocido que vuestro entorno no es el que debería ser.

El primer paso siempre es mirar la realidad sin tapujos y hacerse las preguntas incómodas. Las que pican, pero que curan. El segundo paso es actuar.

La pregunta de esta semana es la siguiente:

Si solo pudieras cambiar una única cosa en tu vida, ¿qué sería? ¿Y por qué?

Deseando leer vuestras reflexiones, como siempre 😉

Puedes responder a la pregunta aquí.

PREGUNTA:
Víctor ¿Cómo puedo cultivar la paciencia y gestionar la mala leche?

RESPUESTA:
Como alguien que se ha caracterizado por tener muy mala leche durante la mayor parte de su vida y que ha tenido que aprender a gestionarlo lo mejor posible, ahí van mi principales consejos al respecto:

1) Debes querer cultivar la paciencia y gestionar tu mala leche. Parece una obviedad, pero no lo es.

Mucha gente dice que quiere, pero en realidad ya le está bien ser como es, porque es más fácil «ser así» que ser como debe ser. Por lo tanto, debe haber una razón de peso que propicie el cambio. Debes tener claro tu «para qué».

2) Debes asumir la responsabilidad que te toca. Hay frases muy típicas como «es que me ha hecho enfadar» o «es que me ha hecho perder la paciencia», y debes entender que eso es un intento de pasar la pelota al otro.

No, el responsable de decidir actuar como lo has hecho eres tú. Nadie puede hacer que actúes de una determinada manera, eres tú quien decide hacerlo.

3) Entiende lo que te ocurre. Cuando estamos a punto de tener un ataque de ira solemos tener una serie de sensaciones que acaban desencadenando la reacción que queremos evitar. Normalmente suelen ser nudillos apretados, mandíbula y trapecios tensos, presión en el estómago, sensación de calor en el pecho, respiración superficial, aumento de las pulsaciones, mirada fija y tensa, presión en la parte frontal de la cabeza…

Cuando aparezcan simplemente tienes que entender que son sensaciones.
No pasa nada porque estén ahí.
No tienes que actuar sobre ellas.
Puedes decidir no hacerlo.
Dales espacio para que existan.
Pero no te regodees en ellas.

El principal problema de la gente que no sabe gestionar su mala leche es que ha aprendido que sienta mucho mejor soltar todo eso en un ataque de ira en vez de aprender a no hacer nada hasta que esas sensaciones se van.

Porque se van.
Y se van relativamente rápido, de hecho.
Y con práctica puedes aprender a que se vayan cada vez más rápido.

4) Retírate del foco que te está causando todo eso y céntrate en respirar. En bajar esa tensión que notas en tu cuerpo. Lleva tu respiración a esas zonas agarrotadas y dales espacio. Verás que en muy poco tiempo todo lo que te pedía a gritos que te cabrearas se apacigua y se silencia.

Esto es lo básico para gestionar la mala leche en el momento.
Luego hay el trabajo necesario de intentar entender por qué te cabrea lo que te cabrea, pero eso es mucho más avanzado y complejo.

Espero que te haya servido ^^

«La vida nunca se vuelve insoportable por culpa de las circunstancias, si no por la falta de propósito».
Viktor Frankl
Libro Conquista Tu Físico

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EL LIBRO QUE TE ENSEÑARÁ TODO LO QUE NECESITAS SABER PARA LOGRAR TU MEJOR VERSIÓN FÍSICA.

Publicado el 21 de septiembre de 2023Categorías: La Hermandad0 Comentarios on LA HERMANDAD – 21 de Septiembre de 2023

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Sobre el autor: Víctor

Me llamo Víctor y soy el creador de fitnessreal.es Llevo más de 12 años en el gimnasio y si de algo me he dado cuenta es que en el mundo del gimnasio y la nutrición lo que más abunda es la desinformación y los mitos absurdos. Por eso creé Fitness Real, para ayudar a la mayor cantidad de gente posible a no cometer todos los errores que yo sí he cometido y hacer más sencillo y gratificante un camino de por sí plagado obstáculos y sacrificios, pero aún así increíble y lleno de satisfacciones.

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