LA HERMANDAD – 24 de Agosto de 2023

Bienvenido a La Hermandad, la newsletter de Fitness Real.

Una newsletter dedicada exclusivamente a ayudarte a alcanzar la persona que sabes que puedes llegar a ser.

Espero que la disfrutes, que aprendas y que luego lo pongas en práctica.
Y gracias de corazón por estar ahí una semana más.

¡Empezamos!

Esta edición de «La Hermandad» está patrocinada por Fit Generation.

En Fit Generation están organizando la Velada Fitness, un evento gratuito de 4 días en los que Marcos Gómez, creador de Culturadegym y buen amigo mío, se encargará de dirigir 4 debates con grandes profesionales sobre temas muy controvertidos y de actualidad dentro del sector de la salud y el fitness:

– ¿Es la sentadilla el mejor ejercicio para pierna?
– ¿Cuántos huevos se pueden comer de forma segura a la semana?
– ¿Las mujeres deben entrenar igual que los hombres?
– ¿Cuál es la mejor rutina de entrenamiento?

Ya ves que los debates tienen miga, y estoy convencido que será una dosis de conocimiento como pocas. Aparte de aprender y escuchar a varios referentes del sector defender sus opinones y transmitir todo su conocimiento, tendrás acceso de por vida y de forma gratuita a las grabaciones del evento.

Esta Velada Fitness será del 4 al 7 de septiembre.
Más de 30.000 personas han acudido a las dos anteriores. ¿Nos vemos ahí?

Esta semana os quiero hablar de uno de los temas sobre los que me preguntáis más a menudo: Cómo ayudar a alguien de vuestro entorno cercano.

Muchos tenéis gente cercana que se encuentra en una situación complicada o que necesita cambiar de actitud, y os ponéis sobre vuestros hombros la responsabilidad de hacer que cambien y que avancen. Yo lo he hecho incontables veces.

Respecto a esto, mi respuesta siempre suele ser la misma: no es posible ayudar a alguien que no quiere ser ayudado y no desea cambiar.

Un cambio significativo en la vida solo ocurrirá cuando el dolor de permanecer en la situación en la que se está sea superior al dolor que supone el cambio. Vuelve a leer esto, porque es muy importante.

El cambio tiene que venir desde dentro, y la motivación para arreglar nuestra propia existencia debe surgir de nosotros mismos. No se puede forzar desde fuera.

Lo único que podemos hacer es predicar con el ejemplo.
Ser alguien que muestre el camino y que personifique el cambio que queremos ver en el mundo.

Sin embargo, hace unas semanas tuve una charla fantástica con mi madre y un gran amigo que me hizo reflexionar largo y tendido y me cambió un poco la perspectiva sobre este tema.

Los que me seguís desde hace tiempo sabéis de sobra que desde los 23 años hasta los 25 estuve completamente perdido. No hacía nada con mi vida, no trabajaba, no estudiaba, no salía de casa, no tenía hobbies, ni ambiciones, ni objetivos ni propósito.

Una de las etapas más vacías de mi vida.

Lo único que hacía de provecho era entrenar. Eso nunca lo dejé de lado. Pero por todo lo demás, perdí 2 años de mi vida. Más de 700 días tirados a la basura. Se dice pronto. Pero aún me pesan en la conciencia.

Ahora dejad que os pregunte algo:
¿Creéis que mis padres no me decían nada?
¿O mi mujer?
¿O mis amigos?
¿O yo mismo?

Todos querían lo mejor para mí, e intentaban hacerme reaccionar de todas las maneras que sabían. Algunas veces lo hacían con empatía, otras con enfado, otras con dureza y otras con cariño. Pero todo eso, con independencia de las formas que utilizaran, estaba motivado por el amor y el aprecio que sentían por mí. Lo cual agradezco profundamente.

¿Y acaso todo eso sirvió de algo? Pues hasta que tuve esa charla con mi amigo y mi madre creía que no.
Al contrario, cada vez que me daban la charla me bloqueaba más.
Me ponía a la defensiva y me encerraba en mi mismo.

«Ya sé que tengo que cambiar»
«Ya sé que me tengo que poner las pilas»
«Ya sé que estoy siendo un zángano»
«Ya sé que estáis preocupados por mi»
«YA LO SÉ, dejad de repetírmelo de una vez»

Si has escuchado esta historia con anterioridad sabes que hubo una persona que logró sacarme del pozo. Esa persona fue Greg Plitt, y fue gracias a un vídeo suyo que mi cabeza hizo el click que tanto necesitaba. Tocó la tecla que nadie antes había podido alcanzar.

Le estaba comentando a mi madre justamente eso y me dijo que le sabía mal no haber sido ella la que me hubiera hecho reaccionar. Sentía que, como madre, tenía la responsabilidad de ayudarme a salir de ese agujero y que le dolía no haber podido alcanzarme cuando más lo necesitaba.

Y ahí mi amigo dijo algo que me dejó pasmado. Dijo que sí que había servido, pero que simplemente la gota que colmó mi vaso la vertió otra persona. Y tiene todo el sentido, la verdad.

Piensa en un vaso de agua en la que van cayendo decenas de gotas y lo van llenando.
Hay una gota que hace que el vaso se derrame, pero eso solo sería posible si previamente han caído todas las demás. Una única gota no puede llenarlo, pero la que hace más ruido es la última.

Greg logró llegarme.
Fue esa última gota.
Pero todos mis seres queridos fueron los centenares de gotas que, en silencio y sin armar alboroto, fueron llenando mi vaso.
Sin ellas, probablemente Greg habría sido una mera gota cayendo en un vaso vacío.

Las vivencias que acumulamos a lo largo de nuestra vida nos cambian y nos moldean.
Somos quienes somos gracias a (o debido a) todo lo que hemos vivido hasta este momento.

¿Te ha pasado que te has leído algún libro una vez y lo has abandonado y, años después, lo has retomado y te ha fascinado? ¿O viceversa? Eso se debe a que no eres el mismo, y esa nueva persona puede estar más receptiva a la información que, en su momento, le bloqueaba o le disgustaba.

Sigo pensando que no puedes cambiar a nadie que no quiera cambiar.
Y sigo creyendo que lo más poderoso que podemos hacer es dar ejemplo.

Pero si tienes a alguien cercano que está encallado en su vida y quieres que cambie, estáte a su lado. Tiéndele tu mano. Ofrécele tu hombro. Préstale tus oídos y regálale tus palabras llenas de comprensión, cariño y amor. Las veces que haga falta.

Tal vez no funcionará. Lo más seguro es que no.
Probablemente no lograrás generar en él el cambio que deseas.
Pero eso no significa que no haya servido para nada.
Has vertido una gota más en su vaso.
Y esas gotas, al final, se acumularán y se verterán.

Mi madre no fue la última gota. Ni mi padre, ni mi mujer, ni mis amigos. Pero sin ellos tengo clarísimo a día de hoy que no estaría donde estoy.

Olvídate del ego de querer ser el que se cuelgue la medalla y estate en paz y orgulloso de haber formado parte del proceso de alguien querido. Al final, lo que importa es el resultado.

Espero que esta reflexión te haya servido, de corazón.

Esta semana quiero que pienses en la reflexión anterior y te preguntes lo siguiente:

– ¿Quiero ser yo el que salve al ser querido que está en una mala situación o me conformo con ser parte del proceso y ser una gota más en su vaso?
– ¿Cuando intento comunicarme con él/ella lo hago desde la empatía y el cariño o desde la agresividad y la confrontación?
– ¿Le estoy intentando dar lecciones que ni siquiera yo me aplico a mí mismo? ¿Le estoy dando un ejemplo que seguir? ¿Soy el cambio que quiero ver?

A por ello 😉

EL PEQUEÑO LIBRO DEL ESTOICISMO
Jonas Salzgeber

Este libro es una joya. Así de sencillo. Y me sorprende que no sea más conocido, ya que probablemente es el libro más práctico y aplicable que he leído sobre el tema.

¿Te gusta o te interesa el estoicismo? Tienes que leerlo.

Jonas nos regala una obra sencilla de entender, pero con bastante calado y escrita sin florituras ni añadidos innecesarios. Algo que personalmente agradezco mucho, ya que pocas cosas me molestan más que leer un libro al que le sobran más de la mitad de las páginas.

El libro está dividido en 2 partes:

• PARTE 1: ¿Qué es el estoicismo?
• PARTE 2: Prácticas estoicas.

En la primera parte, que es la menos extensa de las dos, Jonas nos explica de forma breve, pero con suficiente detalle, los fundamentos de la filosofía estoica, el repaso de rigor a su historia (te lo puedes saltar, aunque solo ocupa 10 páginas), el triángulo de la buena vida estoica (o eudaimonia)…

La segunda parte, y la protagonista indiscutible de este libro, detalla 55 prácticas estoicas que puedes aplicar en diferentes contextos y situaciones de tu día a día. Tal y como decía anteriormente, el estoicismo es una filosofía práctica, y este libro es un ejemplo claro de ello.

ESTRUCTURA DE LAS PRÁCTICAS ESTOICAS

Jonas divide las 55 prácticas en 3 grandes bloques:

• PRÁCTICAS PREPARATORIAS: Aquí encontraremos las prácticas que podemos hacer por nosotros mismos. Hay prácticas de escritura, de mentalidad, de visualización, de estilo de vida, entre otras. Aquí encontrarás prácticas sobre cómo actuar con amabilidad, cómo aplicar el minimalismo a tu vida, discernir lo importante de lo superfluo y herramientas cruciales como la visualización negativa o la contemplación del sabio. Es decir, prácticas troncales que nos permitirán ser personas que puedan afrontar los desafíos de la vida.
• PRÁCTICAS DE SITUACIÓN 1: Este bloque está dedicado a gestionarte a ti mismo y tus propias emociones cuando la vida se complica y se vuelve francamente difícil.
• PRÁCTICAS DE SITUACIÓN 2: En el bloque final, Jonas detalla la otra cara de la moneda. Es decir, como manejarte a ti mismo cuando son los demás los que te juzgan y te desafían.

Probablemente lo que más me gusta de este libro es que no tiene un orden concreto. Cada una de esas práctica es autoconclusiva, se pueden leer de forma independiente y, aunque están organizadas por bloques temáticos, el mismo autor te anima a leer las que creas que te van a ir bien en el momento determinado.

También insiste en que se deben tomar como directrices, nunca como reglas, y que cada persona responde mejor a unas u otras, por lo que habrá que valorar la afinidad que personalmente tienes por cada una de las enseñanzas que aporta este libro en sus páginas.

MI RECOMENDACIÓN

Es una obra fantástica, poco conocida pero extremadamente útil. Práctica, directa, sin rodeos y escrita de una forma cercana. Sin duda, un auténtico descubrimiento.

Contenido de texto.

8,5/10 – SOBRESALIENTE

PREGUNTA:
Víctor ¿Qué hacer para quererse más? Pero sin tonterías rollo Mr. Wonderful…

RESPUESTA:
Me gusta mucho que hayas puesto el «sin tonterías» en la pregunta, ya que realmente hay una narrativa de optimismo tóxico respecto a este tema bastante notable por internet. Una narrativa que, como a ti, me crea bastante rechazo.

Me fascina el tema de la autoestima y de mejorar la relación que tienes contigo mismo, porque creo que es una de las bases inamovibles sobre la que se sustenta una buena vida. Por lo tanto, de forma resumida y sin tonterías, ahí va mi opinión sobre como quererse más.

Primero de todo, para quererte debes respetarte.
Y para respetarte debes aceptarte.
Y para aceptarte debes conocerte.

Por lo tanto, el primer paso para quererte más es saber exactamente quién eres. Con lo bueno y con lo malo. Con las luces y con las sombras. Con las virtudes y los defectos.

Una vez te conoces, debes aceptar quién eres. Y aceptarte no significa resignarte, o creer que no puedes/debes mejorar nada de ti, significa no estar en conflicto constante contigo mismo, no crear una rencilla perpetua en tu interior que impida que esos cambios a mejor puedan ocurrir.

Lo que no significa es intentar engañarte creyendo que «eres perfecto».
Nadie lo es, y no pasa nada.

Una vez te has quitado el velo de la cara, has visto exactamente qué hay detrás del telón y has aceptado todo tu ser, puedes empezar el proceso de mejora de tu autoestima. Y el primer paso a seguir, en mi opinión, es mejorar el respeto que te tienes.

Porque repito, no puedes querer aquello que no respetas.
Y eso te incluye a ti mismo.

Por lo tanto, cuando haces activamente cosas para mejorar tu respeto, tarde o temprano acabarás encontrando (o ganándote) un pedazo de amor hacia ti mismo.

Si respetas tu palabra, si eres puntual, si desarrollas un sentido de la integridad, si asumes la responsabilidad para con tu vida y dejas de quejarte, si dejas de buscar la gratificación instantánea, si estableces límites claros y no los ignoras, si mejoras tu disciplina, si estableces objetivos claros para mejorar tu vida y los llevas a cabo sin distracciones, si piensas en tu yo futuro y actúas con él en mente, si te vuelves una persona autosuficiente y que sabes que siempre cuidará de ti y con la que siempre podrás contar…te puedo asegurar que te respetarás. No podrá ser de otra manera.

Y una vez llegas a ese punto, el amor propio está a la vuelta de la esquina.

Añade a esa mezcla una buena dosis de bondad hacia los demás, de amabilidad hacia ti mismo, de autocuidado, de presencia y gratitud por lo que tienes y por el momento en el que vives y tu vida cambiará.

Te querrás.
Porque te habrás dado pruebas suficientes de que te lo mereces.

Espero haberte ayudado.
Sin tonterías 😉

Mañana es mi cumpleaños. Y mañana os enviaré un correo muy especial para celebrar la ocasión, estaos atentos que creo que os gustará ^^

Ya son 37 primaveras, y como ya es costumbre hoy os voy a compartir 37 cosas sobre mí. Sé que suelo ser un poco reservado respecto a mi vida privada, pero espero que esto os ayude a conocerme un poco mejor.

Algunas las compartí el año pasado, pero algunas son completamente nuevas.
Verás que he puesto 38 cosas, porque una es falsa. ¿Sabrías adivinar cuál es?

1. Nací un 25 de agosto y, por lo tanto, soy Virgo. Eso significa…absolutamente nada porque no creo en los horóscopos. Es un ejemplo clarísimo del efecto Barnum.
2. Mi número favorito es el 3, y de hecho tengo un 3 tatuado en la mano izquierda. Fue el primer tatuaje que me hice a los 17 años y a mis padres no les hizo demasiada ilusión. A modo de curiosidad, Johnny Depp tiene el mismo tatuaje en el mismo sitio y me di cuenta de eso varios años después. Casualidades de la vida.
3. Tengo 6 tatuajes actualmente, y en un futuro cercano me tatuaré todo el brazo derecho.
4. Esta va a ser fuerte: La tortilla de patatas es con cebolla. No admito discusión al respecto. Y me gusta la pizza con piña. Ya está, lo he dicho.
5. Tengo dos hijas. Ser padre es lo que ha dado más significado a mi vida y lo más importante, sin lugar a dudas. De hecho, eso me ha permitido entender y conectar a un nivel mucho más profundo con mis padres.
6. Este diciembre hará 17 años que estoy con mi mujer, aunque nos casamos en 2019. Le pedí matrimonio en Escocia, al atardecer en las piedras de Callanish. Personalmente creo que me lo curré un montón.
7. Siempre digo que soy hijo único, aunque técnicamente eso no es cierto. Mi padre tiene un hijo con otra mujer y que no he conocido nunca, y mis padres tuvieron una hija antes que yo que falleció. No la llegué a conocer.
8. Conocí a mi mejor amigo cuando teníamos ambos 3 años, y aquí seguimos. De hecho, es el padrino de mi primera hija y es una de las personas que más quiero en el mundo con diferencia.
9. Me encanta la naturaleza y cuando estoy en ella me siento como en casa. De hecho, mi familia y yo nos fuimos de Barcelona y nos fuimos a vivir a un pueblo para, en parte, estar más cerca de la naturaleza.
10. Antes de acabar en el pueblo donde vivimos ahora, mi mujer y yo vivimos en muchos pisos diferentes. Uno de ellos estaba mal construido, no tenía el aislamiento adecuado y se nos llenó la casa de moho verde que se comió literalmente la parte trasera de nuestro armario. Estuvimos con denuncias contra la inmobiliaria durante varios meses.
11. Tengo muy mala suerte con los vecinos. Siempre acabo al lado de gente muy ruidosa, que hace obras, que arrastra muebles a las 4 de la madrugada o que está todo el día pegando gritos. Si por mí fuera, viviría en medio del bosque sin nadie a 3 kilómetros a la redonda.
12. Me gusta mucho el frío y no soporto el calor. Soy muy muy MUY caluroso.
13. Mi manga favorito es Berserk. Lo descubrí hace poco más de un año y es difícil de explicar lo mucho que ha significado para mí y el hueco que se ha hecho dentro de mi corazón. He aprendido muchas cosas de esta obra y de su protagonista. Cosas importantes.
14. Mi película favorita es, probablemente, Gladiator. Otras películas que me encantan son Wall-E, Pulp Fiction, Lost in Translation, Fight Club y el Último Samurai.
15. Soy un fan acérrimo de Warhammer 40000. Es el mejor universo de ficción sin lugar a dudas. Y sí, soy de Marines Espaciales. Especialmente de Lobos, Puños y Ultramarines.
16. Hice Taekwondo desde los 4 años hasta los 19 y soy cinturón negro. He probado otras artes marciales y, de hecho, las artes marciales han sido un pilar fundamental en el desarrollo de mi persona, mi manera de ver el mundo y mis valores.
17. Intento ser muy puntual y suelo lograrlo. Sin embargo, hasta los 24 años fui una persona muy impuntual y me arrepiento bastante. Ser puntual es la forma clara que tienes de demostrar que respetas tu tiempo y el de los demás.
18. No soy nada materialista y despilfarro muy poco el dinero.
19. Llevo barba desde 2017 y creo que nunca me la quitaré. De hecho, creo que todos los hombres deberían probar al menos una vez en la vida de dejarse barba.
20. A los 17 años fui con mi familia a Cuba, y es el mejor viaje que he hecho hasta la fecha. El único punto negativo es que comí carne poco hecha y volví a casa con una solitaria. Sí, bastante desagradable…
21. He tenido una experiencia cercana a la muerte. Un día iba por la calle y se cayó una ventana entera a medio metro delante mío. Era una ventana de un tercer piso, por lo que un par de pasos más y no estaría aquí contándolo.
22. Me da mucha aprensión nadar en el océano abierto.
23. Cuando era pequeño di mucho la brasa para que me compraran una navaja suiza. Mi padre finalmente me la compró y ese mismo día me las apañé para casi amputarme un dedo con ella.
24. Soy terriblemente sensible al picante. Pero a unos niveles ridículos. No lo aguanto. Tampoco tolero demasiado bien las cosas calientes. Me quemo enseguida.
25. Tengo un grado de vigorexia que, aunque ahora lo tengo controlado, me ha hecho la vida muy difícil durante mucho tiempo.
26. A lo largo de los años he llevado el pelo de mil maneras distintas. Largo, corto, rapado a casi el cero, teñido de rubio, de negro azulado, con alisado japonés…Hubo una época en la que fui a la peluquería con una Hobby Consolas y le dije a la peluquera que quería el pelo de Dante en Devil May Cry 3. Y lo llevé exactamente así durante una buena época…
27. No me acuerdo del cumpleaños de nadie. De hecho, hubo un año que me olvidé de que era el mío.
28. No soporto sentarme en sitios en los que la gente pasa por detrás mío. Especialmente en restaurantes. Siempre me tengo que sentar con la espalda contra la pared. Eso debe ser una consecuencia de haber hecho artes marciales durante tanto tiempo.
29. Suelo leer 3 libros a la vez. Uno de desarrollo personal, otro de temáticas que me ayuden a potenciar y mejorar mi negocio y otro de ficción.
30. He tenido 3 accidentes de moto y me han robado 2 motos.
31. Me gusta mucho pasar ratos completamente solo. De hecho, son completamente necesarios para sentirme bien y con las pilas cargadas.
32. En mi vida he tenido un par de experiencias paranormales que, a pesar de ser muy racional, no sé como explicar y me han acojonado vivo.
33. Prácticamente nunca bebo alcohol. A los 23 años salí de fiesta y bebí tanto (estoy hablando de perder el conocimiento, despertarme en la calle tumbado encima de mi propio vómito y tener una resaca de dos días enteros) que se me pasaron las ganas de beber para siempre. A día de hoy si me tomo un gintonic cada 6 meses estoy siendo generoso.
34. Nunca he fumado. Ni siquiera lo he probado. Mi madre solía fumar mucho y me daba tanto asco que nunca sentí la necesidad de probarlo siquiera. Tampoco he probado ningún tipo de droga (aparte del alcohol, si nos ponemos quisquillosos).
35. El estoicismo me ha influido muchísimo, aunque durante el último año he estado leyendo bastante sobre budismo y también resueno bastante con esta filosofía.
36. Tengo la «mala suerte» de tener una cara que, de base, es seria, por lo que mucha gente tiene una primera impresión de mí que no se ajusta a la realidad.
37. Tengo muchos colegas, conocidos, compañeros y demás, pero pocos amigos. Me he llevado muchas decepciones a lo largo de los años y pocos está a la altura de lo que yo considero la amistad. Pero por esas pocas personas…lo daría todo sin dudarlo un segundo.
38. Con la edad me he ido volviendo mucho más introvertido e introspectivo. De hecho, este año me ha pasado tanta factura que estoy en proceso de conocerme a mí mismo nuevamente, de lo mucho que me ha cambiado.