LA HERMANDAD – 25 de Mayo de 2023

Bienvenido a La Hermandad, la newsletter de Fitness Real.

Una newsletter dedicada exclusivamente a ayudarte a alcanzar la persona que sabes que puedes llegar a ser.

Espero que la disfrutes, que aprendas y que luego lo pongas en práctica.
Y gracias de corazón por estar ahí una semana más.

¡Empezamos!

La semana pasada hablamos de la importancia de no ignorar los problemas y dejar que crecieran en la oscuridad, porque entonces cada vez es más difícil lidiar con ellos y podían acabar causando estragos.

Hoy, curiosamente, os traigo un ejemplo claro de lo que os expliqué, y además viene con otra reflexión importante de regalo: La importancia del orden en nuestra vida y en nuestro entorno.

¡Vamos a ello!

El fin de semana pasado por fin realicé una tarea que llevaba procrastinando más de 2 años y me llevaba arañando la conciencia desde entonces. El domingo por fin me dejé de historias y ordené a fondo el trastero de mi casa.

Tal vez crees que eso es una soberana tontería, pero detrás de este acto hay toda una lección muy importante que se puede extrapolar a la vida en general. Como tantas otras cosas, si estamos dispuestos a observar, los aprendizajes llegan de los lugares más impredecibles.

Cuando mi familia y yo nos fuimos de Barcelona a finales de 2020 y nos mudamos a un pueblo cerca de la montaña, pasamos de un piso de un tamaño normal a una casa bastante más grande con muchos más espacios de los que teníamos anteriormente.

Uno de esos espacios era un trastero en el garaje, que obviamente empezamos a llenar sin demasiado orden. Todo lo que sobraba lo poníamos ahí, y como que ahora disponíamos de más espacio no tardamos en empezar a acumular más cachivaches innecesarios que no habríamos guardado de no haber dispuesto del trastero en cuestión.

Los guardábamos porque podíamos, no porque debíamos hacerlo.
Y que puedas hacer algo no significa que debas hacerlo.

La cosa se fue descontrolando. Al final el trastero daba auténtico miedo, y al estar cada vez estaba más caótico, más pereza me daba ordenarlo. También era más fácil seguir llenándolo de mierda, porque «total, ya estaba patas para arriba, por una cosa más no vendrá de aquí».

También me descubría diciendo frases como «ya lo ordenaré en algún momento, no es urgente porque al final nadie baja ahí. Nadie lo ve».

El problema es que YO sí lo veía. Cada día. Estaba al lado del gimnasio que tengo en mi garaje, y aunque cerrara la puerta…sabía lo que había dejado que se creara en esa habitación.

Este domingo por fin dejé de procrastinar y estuve toda la mañana limpiando, ordenando y tirando todo lo innecesario (que fueron más de 14 bolsas de basura y varias cajas).

Cuando acabé, varias horas después, el trastero estaba impoluto.
La casa, más ordenada.
Mi conciencia, más tranquila.

Esta es la importancia de ordenar tu habitación (en este caso, el trastero).

Probablemente no es la primera vez que me escuchas decir la frase «ordena tu habitación». Es una de las lecciones más importantes que he aprendido de uno de mis grandes referentes, Jordan Peterson, y es una frase que tiene más de una lectura.

A menudo cuando digo esta expresión me refiero a que te centres en ordenarte metafóricamente a tí como persona. Céntrate en tu pequeño espacio individual, arregla los cabos sueltos de tu vida que siembran el caos y luego, una vez tengas tu existencia un poco en orden, tal vez puedas aventurarte en el mundo e intentar mejorarlo.

Todo cambio en el mundo empieza por un cambio en ti mismo.

Pero la frase «ordena tu habitación» también tiene otra acepción. Una mucho más literal, para el caso. Y significa, literalmente, que ordenes y limpies físicamente tu espacio, ya que el estado del mismo es un reflejo de la situación en la que estás por dentro.

Tu habitación es una manifestación de tu ser.
Es una externalización de tu interior.

Una persona con un interior en paz y en orden es muy difícil que exista en un entorno caótico que él mismo ha creado. No digo que sea imposible, pero es la excepción. Por el contrario, una persona con un interior tormentoso transfiere ese caos a su exterior, y su entorno empieza a reflejar esas tinieblas.

Piensa en cómo está tu coche, tu habitación, tu escritorio o tu armario cuando no estás bien.
Cuando estás pasando por una etapa complicada.
Cuando el mundo parece insoportable.

Ahora compáralo con el estado en el que está todo eso cuando tu vida está regida por la tranquilidad, la paz y la virtud. Apuesto a que no tiene nada que ver.

Y no digo que ese cambio sea algo consciente. Pero existe.
Los platos están más tiempo sucios en el fregadero, las basuras se acumulan, la ropa está hecha una bola en la silla, el polvo empieza a asentarse en todas las repisas…

Lo bueno de esto, y esto es muy importante, es que puedes revertir el orden a tu favor.

Es decir, el hecho de estar mal por dentro tiene un efecto visible en tus espacios, pero tomar la decisión de ordenarlos (aún estando mal) tiene un efecto positivo en tu interior.

Has puesto en orden y has arreglado voluntariamente un poco de caos en tu exterior, por lo que has logrado algo de orden y paz en tu interior. Esa es la razón por la que tantas personas encuentran terapéutico limpiar la casa.

En el fondo están limpiando sus demonios.

¿Cómo te sientes cuando haces una limpieza profunda de tu casa?
Probablemente te sientes realizado y satisfecho, pero hay cierta paz interior que viene asociada al proceso. Ese orden y limpieza exterior se manifiesta interiormente, no te quepa la menor duda.

Pero esto es más fácil de decir que de hacer.

El primer paso para limpiar tu espacio es darte cuenta que está sucio en primer lugar. Y eso puede parecer una tontería, pero no lo es. Mucha gente se niega a aceptar que el sitio donde pasa más tiempo o el sitio que debería servir de un remanso de paz y tranquilidad tras un largo día fuera está en un estado caótico. Eso en parte sería lo mismo que reconocer que su interior está cayéndose a pedazos al mismo tiempo.

Por lo tanto, hay que tener la humildad y el coraje de querer ver que la situación en la que vives no es la ideal. También hay que aceptar que la responsabilidad de que sea así es tuya. Y decidir tomar cartas en el asunto, por descontado.

Esto es especialmente importante, ya que el orden en tu espacio es de esas pocas cosas que están dentro de tu zona de control. El orden o el desorden es una consecuencia de tu esfuerzo, de tus acciones y tus comportamientos.

Por lo tanto, tienes una responsabilidad para con ello.

El segundo paso es enfrentarte al dragón. Es decir, enfrentarte al desorden y a la suciedad. Y a veces eso puede ser desalentador, porque cuando hemos descuidado el espacio demasiado tiempo no sabemos por dónde empezar.

¿Sabes cuál es la respuesta correcta?
Por el principio. Por lo que tienes delante. Olvídate de todo lo que debes hacer y céntrate únicamente en lo que tienes en frente. Y luego repite. Y así hasta que acabes con todo.

¿Sabes como una persona se come un elefante?
Bocado a bocado. Pues esto es lo mismo.

Una vez hayas ordenado tu espacio te prometo que estarás con más paz de la que estabas antes de empezar. Tendrás una sensación de satisfacción y estima hacia ti mismo. Has decidido hacer algo que sabes que es positivo para ti y lo has cumplido. Eso, a su vez, potenciará la confianza en ti mismo.

Y por último entenderás que es mucho más fácil mantener ordenado un espacio que esperar a que estés rodeado de desorden y confusión a tu alrededor para hacer algo al respecto.

De la misma manera que es mejor atajar los problemas cuando son pequeños que esperar a que se vuelvan una montaña y entonces pretender escalarla.

Ordena tu habitación 😉

Esta semana ya sabes lo que te toca ¿verdad?
Efectivamente, dejar tu espacio como una patena.

En los próximos 7 días quiero que elijas un día en el que tengas un buen rato libre y lo bloquees en tu calendario. Nada de «ya lo haré en algún momento». No. Reservas el rato y dices «El día X a Y hora ordenaré mi espacio y lo dejaré impoluto».

Y cuando llegue el momento, lo haces.
Sin excusas, no peros ni historias.
Antes de empezar, por cierto, haz una fotografía.

Esmérate y no vayas a medio gas. Tu misión es dejarlo lo más limpio y ordenado que puedas. Una vez acabes haz una segunda fotografía para que veas el cambio, y luego escribe una pequeña reflexión sobre las sensaciones que tienes al ver tu espacio en perfectas condiciones.

Envíame el antes y el después de tu espacio y tu reflexión respondiendo a este correo.
La semana que viene compartiré algunas de ellas.

¿Te acuerdas de que cuando creé la Hermandad dije que quería fomentar el sentido de comunidad? Pues este es el primer ejemplo de ello, y cuento contigo para ello 😉

Estamos todos en el mismo barco.
No estamos solos en el camino.
Vamos a poner orden a nuestra existencia juntos.

Uno de los mejores vídeos de Jordan Peterson que he visto hasta la fecha, sin lugar a dudas. La manera que tiene de hilar pensamientos e ideas de forma coherente es fascinante. Además tiene la virtud de poner en las palabras exactas pensamientos abstractos que no sabes como articular correctamente.

Y eso es muy MUY difícil de hacer.

Una de las perlas que dice en el mismo: «Ten cuidado en lo que prestas atención, porque eso determina la manera en la que el mundo se manifiesta ante ti».

Es una gozada escuchar a este hombre hablar, la verdad.

Ya sabes que me encanta escuchar música de relajación o de concentración mientras estoy trabajando. También sabes que soy un fan acérrimo de Berserk.

¿Qué ocurre cuando mezclamos ambas cosas?
Pues que tenemos una obra increíble como el vídeo que os enlazo a continuación.

El trabajo de toda esta semana (y un par de sesiones de meditación) han tenido estos sonidos de fondo, espero que te gusten tanto como a mí.

PREGUNTA:
Víctor ¿Qué significa para ti el concepto de «conocerse a uno mismo»?

RESPUESTA:
Significa algo muy importante y crucial si lo que queremos en vivir una buena vida.

Piénsalo. A lo largo de la vida conocemos a miles de personas. Algunas se quedan un instante, otras poco tiempo y otras una larga temporada, pero la realidad es que nacemos solos y morimos solos, y a lo largo de este lapso de tiempo en el que estamos por el mundo solo hay una persona de la que jamás vamos a poder separarnos ni alejarnos.

Nosotros mismos.

Por lo tanto, es de nuestro interés alcanzar la mejor relación posible con nosotros, ya que la calidad de esa relación determinará en gran parte la calidad de nuestra vida en general.

Si estamos mal con nosotros, estaremos mal con el mundo.
Si no nos queremos mucho y bien, jamás podremos querer mucho y bien a los demás.
Esto es una realidad con la que debemos hacer las paces y ponernos a trabajar.

Y teniendo en cuenta eso, la base de esta buena relación que debemos alcanzar empieza por entendernos a nosotros mismos. Por no ser un puñetero enigma y comprender qué nos está pasando y por qué. Qué queremos en la vida, cuales son nuestros objetivos, nuestras necesidades, valores, principios, límites, miedos e inseguridades.

Debemos conocernos.
Debemos trabajar para entablar una relación cercana con nosotros.

Y esto pasa forzosamente por pasar tiempo con nosotros y poner en orden lo que hay en nuestra cabeza. Reflexionando, cuestionando, hablando y escribiendo. El problema es que la gente lo va dejando, y para cuando quiere empezar tiene una maraña tan caótica en su mente que prefiere ignorarla antes que ponerse manos a la obra para desenredar su interior.

Fíjate que esto acaba estando muy ligado a lo que hemos hablado en la reflexión de hoy y en la newsletter del otro día.

Hace falta mucho coraje para conocerse a uno mismo, porque para ello tarde o temprano cada uno deberá lidiar con su parte oscura, con su sombra. Y nadie quiere mirar esa parte que trata por todos los medios de ocultar.

El problema es que nunca vas a poder ocultarte nada a ti mismo.
Puedes girar la vista, pero sabes que esa parte está ahí, haciéndose cada vez más grande y peligrosa ante tu ignorancia.

Pero una vez te atreves a mirarla, a entenderla y a aceptarla…varias de las piezas más importantes de tu vida finalmente se ponen en su sitio. Es lo que Carl Jung llamaba individuación, y si es algo que te interesa podemos hablar de ello en una próxima newlsetter.

Estrenamos sección de Nutrición hablando de algo que, en realidad, no es estrictamente nutrición…Es de suplementación, pero en esta sección también incluiré este tema, ya que recibo muchas preguntas al respecto.

El tema más frecuente es, sin lugar a dudas, la creatina. Cada semana recibo varios mensajes o correos con dudas sobre este suplemento, por lo que hoy voy a intentar solucionar todas las dudas que se repiten constantemente.

Vamos a ello.

• ¿Qué es la creatina? El suplemento deportivo más estudiado y con más evidencia de su efectividad.
• ¿Es seguro? Lo es. También hay mucha evidencia demostrándolo.
• ¿Incluso para embarazadas? Sí. Incluso algunos estudios observan que puede tener beneficios para el bebé (PMID 24766646)
• ¿Y para adolescentes? Sin problema.
• ¿Qué hace? Aumenta ligeramente el rendimiento, especialmente en rangos de repeticiones bajos, por lo que puedes mover algo más de peso y así aumentar ligeramente tus ganancias de masa muscular.
• ¿Sirve para algo más? Cada vez hay más evidencia que la creatina tiene beneficios para la salud mental y algunas enfermedades como la depresión o el Alzheimer.
• ¿Retienes agua? Sí, pero intramuscular, por lo que no te hará parecer más hinchado.
• ¿Hay que tomarlo a diario? Es recomendable.
• ¿Incluso cuando no entreno? Yeah
• ¿En qué momento del día? Cuando te vaya mejor. No hay apenas diferencias.
• ¿Debo hacer una fase de carga? No es necesario.
• ¿Debo hacer un descanso? Tampoco es necesario.
• ¿Cuánta cantidad? Entre 3-8 gramos al día. Para la mayoría, con 5 gramos es suficiente.
• ¿Puedo mezclarlo con otras bebidas? Sí.
• ¿También con el café? Si no te desagrada el sabor, sí.
• ¿Qué tipo de creatina es la mejor? Creatina monohidrato. Las demás o no tienen tanta evidencia, tienen menos efectividad o son mucho más caras.
• ¿Hay diferencia entre pastillas y en polvo? Las pastillas son más caras, pero a nivel de efectividad es lo mismo.
• ¿Hay que beber más agua cuando tomas creatina? Sí, es recomendable aumentar un poco la ingesta.
• ¿Te vuelve calvo? Probablemente no. La creatina puede aumentar ligeramente la DHT (hay solo un estudio no replicado que observa eso), por lo que hay un potencial vínculo con la calvicie. Pero si tomas creatina y pierdes pelo es algo que te iba a pasar tarde o temprano. La creatina solo ha acelerado el proceso, no lo ha causado.
• ¿Va a marcar un antes y un después? Probablemente no. Funciona, pero sus efectos son modestos. No nos flipemos.
• ¿Debes tomarla? No debes tomar nada. Pero si estás pensando en suplementarte para mejorar el rendimiento, la creatina es una fantástica primera opción.

Espero que haya resuelto algunas dudas 😉