«La grandeza nace de pequeños comienzos»
Bienvenido a La Hermandad, la newsletter de Fitness Real.
Una newsletter dedicada exclusivamente a ayudarte a alcanzar la persona que sabes que puedes llegar a ser.
Espero que la disfrutes, que aprendas y que luego lo pongas en práctica.
Y gracias de corazón por estar ahí una semana más.
¡Empezamos!
Hoy quiero compartir contigo una breve historia que escuché hace poco y que me fascinó. Espero que te guste, ya que el mensaje que contiene es imperativo para vivir una buena vida.
Vamos a ello.
Una pareja de granjeros, ya mayores, necesitaban ayuda para gestionar su granja en invierno, por lo que empezaron a buscar a alguien que les echara una mano en los difíciles meses que ya estaban a la vuelta de la esquina.
Entre los que se presentaron para el puesto de labriego había un muchacho con un cuerpo fuerte, una mirada decidida y un tono de voz sereno y atemperado. El chico les transmitió mucha confianza.
Los granjeros le preguntaron acerca de su experiencia y sus habilidades y él sonrió afablemente y les contestó: «mi habilidad es que soy capaz de dormir a pierna suelta en medio de una tormenta».
La pareja se quedó extrañada por la respuesta, pero notaron algo en el chico y decidieron contratarlo para la siguiente temporada.
Al cabo de unas semanas el tiempo empezó a endurecerse y estalló una gran tormenta que amenazaba con destrozar gran parte de la propiedad. Los granjeros se levantaron muy nerviosos y empezaron a llamar al chico, pero este no respondía ya que, como él mismo había dicho, estaba durmiendo profundamente.
La pareja salió por la puerta en medio del temporal y empezó a revisar los daños que la tormenta estaba causando, y para su sorpresa pudieron comprobar el estado de la finca.
Todas las contraventanas estaban cerradas y bien amarradas.
Había un buen surtido de leños al lado de la chimenea.
Todas las herramientas de la granja estaban en el cobertizo, y este a su vez estaba cerrado con una cadena nueva y la puerta había sido reforzada con maderas nuevas.
Las balas de heno habían sido cubiertas por lonas protectoras.
Los animales estaban resguardados en el corral, tranquilos, con comida y bebida de sobra.
El tractor estaba en el garaje, a salvo de los elementos.
Todo estaba bien.
El granjero en ese momento entendió el significado de las palabras que le dijo el joven unas semanas antes.
«Puedo dormir a pierna suelta en medio de una tormenta»
Eso no significaba que el ruido no le molestaba o que tuviera un sueño muy profundo.
El chico podía hacerlo porque sabía que había hecho bien su trabajo.
Su conciencia estaba tranquila.
Su mente estaba en calma.
No tenía demonios despertándolo por la noche.
La tormenta no le mantenía despierto porque sabía que estaba preparado para ella.
Había hecho el esfuerzo cuando tocaba, cuando los cielos estaban despejados y hacía buen tiempo. Cuando todo el mundo se relajaba, él sabía que era el momento de sudar, ganarse los callos de las manos y las noches de descanso.
El joven comprendía que el momento para prepararse para la tormenta no era cuando esta estallaba. Para entonces ya era tarde.
El esfuerzo y la preparación durante los buenos tiempos trae paz y serenidad en los malos tiempos. No esperes a que la tormenta estalle a tu alrededor para empezar a hacer algo.
Pon el trabajo ahora y, cuando todo a tu alrededor parece que se desmorone, podrás dormir con la tranquilidad sabiendo que el trabajo que has hecho es más que suficiente para resistir los embates de la vida.
La semana pasada os pregunté lo siguiente: ¿Qué consejos le daríais a vuestro «yo» de hace 10 años?
He recibido una barbaridad de respuestas con consejos increíbles. He visto que hay varios consejos que se repiten constantemente, y por una razón importante.
Antonio dice: «Mantén y cuida a tus verdaderos amigos. Sabes quienes son y merecen la pena«.
El consejo de pasar más tiempo con seres queridos, sean abuelos, padres, amigos, pareja o hijos es que más se ha repetido.
Judith comenta: «No pierdas el tiempo en cosas que en el fondo sabes que no valen la pena. El tiempo se va y no vuelve, por lo que aprovéchalo todo lo posible«.
La sensación de perder el tiempo haciendo por inercia cosas que no nos llenan también ha sido un consejo muy frecuente. Sobre todo ser fiel a uno mismo y hacer lo que sabes que debes hacer.
Damián explica: «Aprende que hay cosas que no dependen de ti y no puedes controlar. Déjalas ir y abraza el aprendizaje que te traen«.
Sobre la dicotomía de control he recibido también muchas respuestas, y estoy muy contento de que tanta gente esté aplicando este principio estoico en su vida. La mejora exponencialmente.
Cristina dice: «Me diría «no pasa nada». La mayor parte de las veces hacemos un mundo de tonterías«.
La idea de relativizar y de no sufrir antes de tiempo por los problemas que creemos que tenemos (y que luego no son tal o son mucho menores de lo que imaginábamos) también ha sido algo muy común entre los correos.
Yolanda comenta: «A mi «yo» de hace 10 años le diría que no se olvide de dedicarse tiempo para ella misma».
Este ha sido también uno de los grandes hits de la semana. Cuidarse, respetarse, hacer ejercicio, comer bien, dedicar tiempo de calidad y de tranquilidad…es fundamental. Me alegra que tantos lo tengáis claro ^^
Gracias a todos de corazón.
Qué pasada leer vuestras respuestas semana tras semana.
Hoy tengo la otra cara de la moneda.
La pregunta de esta semana es la siguiente:
«Si tu «yo» de hace 10 años te pudiera veros… ¿Estaría contento y satisfecho de quien eres? ¿Cambiaría algo?
Lo dicho, con ganas de leer vuestras reflexiones al respecto.
Podéis mandármelas respondiendo desde aquí.
Las leo todas.
LOS 6 PILARES DEL AUTOESTIMA
Nathaniel Branden
En el proyecto del Arco de Invierno estamos a punto de tratar el tema de la autoestima, y he vuelto a releerme uno de los libros más emblemáticos sobre esta temática.
Y es normal que sea uno de los mayores libros de referencia, ya que el libro de Nathaniel Branden es un verdadero manual de instrucciones para desarrollar y mantener una buena autoestima.
Probablemente lo que más me gusta de la obra, aparte de que no se anda con rodeos y huye del positivismo tóxico que plaga el mundo del desarrollo personal, es el enfoque práctico que tiene.
Ya sabéis que para mí la teoría está bien, pero tiene que venir acompañada de una buena dosis de práctica o se queda en un ejercicio teórico que no suele cristalizar en un cambio real en nosotros.
La autoestima para Branden no es un intento de convencerte a ti mismo de lo mucho que te quieres. Es una consecuencia de ciertas acciones que puedes tomar en tu día a día y que acabarán creando, de forma irremediable, un buen autoconcepto y una estima por quien eres.
En sus propias palabras: Cualquier valor vinculado a nuestra vida requiere de acciones para conseguirlo, mantenerlo y disfrutarlo. Por lo tanto, lo que determina el nivel de la autoestima es lo que la persona hace a diario.
Muy muy recomendado.
Hace casi tres años que cada jueves envío esta newsletter y esta charla ya la he compartido con anterioridad, creo que hace unos dos años o algo así.
De todas maneras, correré el riesgo de repetirme porque es una conferencia tan buena y hay tanta gente nueva suscrita en los últimos meses que creo que vale la pena compartirla una vez más.
Espero que os guste. Como siempre, hay subtítulos disponibles.
Reservad un rato para verla con atención, vale la pena.
PREGUNTA:
Víctor, ¿para ti es bueno o malo tener esperanza?
RESPUESTA:
Intenté responder a esta pregunta por Instagram, pero no fui capaz de sintetizarlo todo para que cupiera en una respuesta de 60 segundos.
De forma resumida, creo que es bueno.
Pero peligroso.
Y me explico.
Cuando hablamos de esperanza siempre me viene a la cabeza una frase que dice «el Arquitecto» en la Matrix Reloaded (la segunda parte) y que se me quedó grabada a fuego.
«La esperanza es la quintaesencia del engaño humano, que es al tiempo la fuente de vuestro mayor poder y de vuestra mayor debilidad».
La esperanza puede describirse como una expectativa positiva y optimista hacia el futuro. Es una creencia de que las cosas pueden mejorar, las circunstancias pueden cambiar y los objetivos pueden lograrse.
Ese marco mental puede brindar motivación, resiliencia y la capacidad de superar obstáculos. Una persona que mantiene la esperanza en tiempos difíciles es una persona que
Sin embargo, también puede convertirse en una maldición cuando se convierte en una falsa ilusión que nos impide ver la realidad tal y como es. Y esto es algo que, por desgracia, le ocurre a muchas personas. La esperanza les lleva a negar la situación actual, impidiendo que tomen decisiones realistas y busquen soluciones de forma objetiva y pragmática.
Eso, a su vez, puede llevar a una sensación de decepción y desilusión cuando las cosas no salen como esperaban, y en casos extremos, pueden mantenerlos atrapados en situaciones dañinas o insostenibles debido a la creencia en un resultado que seguramente no llegará nunca.
¿Cómo equilibrar eso?
Pues en mi opinión una de las mejores cosas que puedes hacer es esperar lo mejor, pero a la vez prepararte para lo peor. Tus deseos, anhelos y esperanzas están muy bien, pero el mundo no es un sitio lleno de unicornios y aroiris por doquier. Debes entender la realidad de la vida y ser consecuente con ella.
Lo segundo es centrarte en mantener la esperanza en ti mismo. En la capacidad que cada individuo tiene de actuar y forjar su propio destino. Al final, es lo único que está bajo tu control.
Lo que haces.
Lo que piensas.
El esfuerzo que pones.
La integridad que mantienes.
El valor que muestras.
La humildad que integras.
Pon tu esperanza ahí. En ti mismo.
Sé tú el motor que alimenta tu anhelo de que todo va a ir mejor.
Espero haberte ayudado 😉
El otro día Instagram me recomendó una cuenta de un artista que me dejó con la boca abierta. Se llama Chris Jacoub y este es uno de los cuadros que más me han gustado de él.
Simplemente quería compartirlo con vosotros, espero que os guste ^^